Una tarima flotante es un tipo de suelo popular en espacios residenciales debido a su apariencia y fácil instalación. Es importante mantenerla en buen estado para evitar problemas comunes como arañazos, grietas o daños por humedad. En caso de daños, es recomendable contar con un servicio profesional para una reparación adecuada.
Evaluación del daño
Identificación de los problemas comunes
- Arañazos y desgaste del acabado superficial: Los arañazos y desgaste son visibles en la superficie de la tarima y es importante evaluar el daño para determinar si se requiere un reemplazo completo o una reparación.
- Grietas y separación de las tablillas: Las grietas y separaciones en las tablillas deben ser identificadas y abordadas para evitar problemas mayores.
- Daños por humedad o agua: Los daños causados por la humedad, como hinchazón o deformación, deben ser detectados y tratados para evitar daños adicionales.
Inspección detallada
- Inspección visual: Realiza una inspección visual detallada de toda la tarima buscando cualquier signo de daño o irregularidad.
- Pruebas de sonido: Realiza pruebas de sonido en la tarima utilizando herramientas como un martillo de goma para identificar áreas problemáticas.
Reparación de la tarima flotante
Preparación y limpieza de la superficie
- Retirando objetos y muebles: Antes de comenzar la reparación, retira todos los objetos y muebles de la habitación y protege los objetos valiosos durante el proceso.
- Limpieza de la superficie: Limpia la superficie de la tarima eliminando la suciedad, polvo y residuos utilizando productos de limpieza adecuados.
Proceso de reparación
- Reparación de arañazos y desgaste superficial: Sigue los pasos y técnicas recomendadas por el fabricante o consulta a un profesional para reparar arañazos y desgaste superficial.
- Reemplazo de tablillas dañadas: Reemplaza las tablillas individuales dañadas siguiendo el proceso de desmontaje, corte e instalación adecuada.
- Tratamiento de daños por humedad o agua: Trata los daños causados por la humedad o el agua, corrigiendo la humedad subyacente y utilizando productos adecuados para proteger la tarima en el futuro.
Mantenimiento y cuidado posterior
Recomendaciones de mantenimiento
- Limpieza regular: Limpia la tarima regularmente utilizando los productos adecuados y tomando precauciones para evitar daños.
- Protección de la tarima: Utiliza protectores de fieltro en las patas de los muebles y esteras para proteger la superficie de la tarima de arañazos y marcas.
- Inspecciones regulares: Realiza inspecciones periódicas para identificar y reparar cualquier daño a tiempo, manteniendo la tarima en buen estado a largo plazo.
Conclusión
Reparar adecuadamente una tarima flotante dañada es crucial para mantener su apariencia y durabilidad. Contratar un servicio profesional garantiza los mejores resultados. Si necesitas ayuda con la reparación de tu tarima, no dudes en contactarnos.